The Urban Speaker: házte escuchar
Carlos J. Gómez de Llarena con esta instalación explora cómo actualmente tanto las experiencias físicas como las digitales dan forma al espacio público y lo transforman, cambiando así la percepción que tenemos de él. Aunque como explica el artista en una entrevista, lo que más le interesaba es verlas reacciones de la gente, como se divertía e interactuaba con la obra The Urban Speaker.
Si gritamos en medio de la calle corremos el riesgo de parecer unos locos pero a veces uno quiere que se le oiga, que se le escuche lo que tiene que decir, proclamar sus ideas… para eso inventaron los ingleses el speakers corner. Las marcas, las empresas, los publicistas… invaden el espacio público de una manera que en ocasiones es más violenta que un gran grito, así que muchos artistas se han planteado esta cuestión de apropiarnos del espacio público para expresar las ideas propias, a la hora de llevar a cabo un proyecto. Se me viene a la cabeza el Escaparate Colectivizado (Barcelona-2005) de Pep Dardanyà o la obra que Guillermo Trujillano instaló en el 2003 en un centro comercial de Barcelona.
La movilidad que nos proporcionan algunas de las últimas tecnologías, como los móviles, han permitido al artista crear un «speakers corner» en el que no es necesaria nuestra presencia física, ya que para interactuar con la obra debemos de llamar al número de teléfono que aparece en la señal y nuestra voz, nuestros mensajes podrán ser escuchados por todos los que están ocupando ese el espacio público en el que está situada la instalación al ser amplificados por un altavoz al que está conectado un teléfono móvil.
Físicamente la obra está compuesta por un teléfono, un altavoz, una batería, una señal similar a las de tráfico y un código QR que nos da acceso a la página Web del proyecto y además nos permite la marcación rápida del número en cuestión. Y precisamente gracias a su similitud con las señales de obras o de tráfico se integra totalmente en el paisaje urbano.
La obra, aunque fue ideada por el artista hace unos años, se llevó a cabo el año pasado y estuvo expuesta en Nueva York, ciudad donde reside actualmente este artista de origen venezolano, en el marco del festival Conflux.
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