Posts Tagged ‘artilugio’
Kill your phone!
“Proteja su privacidad! discuta la vigilancia! y aprenda a coser” es el slogan de Kill Your Phone!
Si en nuestro último post hablábamos del amor que profesamos a nuestro dispositivo móvil, hoy directamente lo matamos. Y es que del amor al odio no hay más que un pasito. Es una manera de hablar o podemos hablar de amor y odio de verdad? El arte es un mundo metafórico por excelencia, pero casi podemos decir que la metáfora se acerca a la realidad y que quizás sea amor lo que empezamos a sentir hacia algunos dispositivos electrónicos.
Sea una realidad o no, lo que los artistas pretenden es reflexionar. Todo va tan rápido que casi no tenemos tiempo de pensar, nos lanzamos a la comodidad, a la inmediatez y a lo más novedoso sin detenernos a pensar cómo nos afecta. Es uno de los temas que más nos interesan en este espacio de publicación: reflexionar a través del arte, utilizar el arte como catalizador, como elemento que promueve una reacción, un pensamiento. Son muchas las veces que hablamos de esto, y lo que nos queda….
Hoy repetimos tema y también artista, incluso casi repetimos proyecto. Hoy retomamos el trabajo de Aram Bartholl y su leitmotiv: la influencia que la virtualidad y la tecnología ejerce sobre el mundo real y sobre las personas. Pero lo que muchas veces caracteriza los proyectos de Bartholl es el sentido del humor con el que impregna todas sus creaciones. Ideas de gran consistencia envueltas en circunstancias absurdas que nos obligana meditar.
En el 2008 os mostrábamos un trabajo llamado Silver Cell, y hoy seis años después lo retomamos, ya que hoy se nos presenta en forma de workshop y podemos afirmar que sigue tan vigente o más que entonces. Kill Your Phone! es un taller que se llevó a cabo en el marco del Chaos Communication Congress (Hamburgo) a finales del 2013. La finalidad del taller, como con Silver Cell, era bloquear absolutamente la señal de nuestro móvil o celular, detener la vigilancia y proteger nuestra intimidad, esa a la que cada vez se cuida menos. Para ello se fabrica una funda o bolsita con un tejido especial recubierto de cobre o plata, creando así una especie de jaula de Faraday que bloquea la señal y toda la radiación electromagnética del teléfono.
Matar a nuestro móvil es una manera de hablar, pero la realidad es que que en el taller, las fundas que se crean son de verdad efectivas, no es una acción centrada únicamente en la reflexión, sino en crear un objeto que funciona. Además es un taller de formato abierto, ya que el artista invita a que cualquier persona ejecute el workshop dónde quiera y con quién quiera. Todas las instrucciones y necesidades están perfectamente descritas en Killyourphone.com. Y desde aquí también os animamos, “Proteja su privacidad! discuta la vigilancia! y aprenda a coser“.
Y una vez más, una creación artística inspira una realidad destinada a lo comercial: Phonekerchief es un pañuelo que envuelve nuestro celular para que no suene mientras estamos acompañados, como muestra de afecto hacia una persona a la que se quiere prestar toda (toda) la atención, sin interrupciones. De hecho en el pañuelo o funda se puede leer: “my phone is off for you”.
Voyage, una experiencia interactiva y lumínica
Voyage, una instalación lumínica compuesta por una flota de 300 “barquitos de papel” luminosos que permiten al público interactuar con la obra y cambiar los patrones lumínicos a través del uso del móvil. Creada por Aether & Hemera, un tandem artístico compuesto por el arquitecto Claudio Benghi y la artista Gloria Ronchi, quien habitualmente trabaja con luz. La instalación formó parte de un programa de arte público impulsado por el grupo empresarial Canary Wharf para animar las oscuras noches de una zona de rascacielos de Londres durante el pasado invierno.
La luz, un elemento que ha jugado un papel muy relevante en la creación artística, en todos los periodos, pero de forma absoluta en algunos, o que se lo pregunten a los impresionistas. Pero digamos, que no será hasta los años 60 cuando se utilice como “materia prima”, relacionado o vinculado en ocasiones al arte cinético, o al optical art, a corrientes artísticas abstractas centradas en la búsqueda de movimiento, o la sensación del mismo, de la mano de artistas como el argentino Julio Le Park. La relación entre el arte lumínico y el movimiento ha sido patente en gran parte de creaciones, donde las ilusiones ópticas nos generan sensación de movimiento, o incluyendo movimiento real en creaciones que utilizan la luz como materia creativa. Voyage incorpora la luz y el color como elementos esenciales de la composición, e incorpora el movimiento a través del cambio del patrón lumínico de los colores, que a su vez se modifican gracias al uso de los móviles de los usuarios.
Sus creadores, a través de la instalación, invitan a los transeúntes a viajar libremente a los lugares donde la imaginación y los recuerdos de la infancia les lleven, así como a imaginar y pensar creativamente acerca de los espacios que nos rodean, invitándonos a hacer una transición suave entre la realidad y la ensoñación.
Los barquitos han sido creados a partir de placas de polipropileno, un material totalmente reciclable y no tóxico, y han sido unidos entre sí por un resistente cable. Todos ellos incorporan LEDs direccionados de forma individual y que están programados para mostrar los efectos lumínicos, a través de microcontroladores personalizados que reciben los datos y permiten controlar los barcos de forma individual.
El uso del móvil modifica la instalación, la obra varía constantemente gracias a la acción humana, la interacción con el público se convierte en totalmente accesible al permitir cambiar los colores de las luces a los usuarios utilizando su propio móvil, una herramienta que sentimos como propia, cercana e imprescindible en nuestras rutinas diarias.
El resultado es estéticamente impactante, colorista, llamativo, y modifica el lugar y nuestra percepción del mismo de forma profunda, creando un espacio físico inmersivo y envolvente.
gadgets que amplían sentidos y posibilidades
Los diseñadores se han puesto las pilas creando complementos, gadgets, artilugios… para los dispositivos móviles. El desarrollo de la tecnología de comunicación móvil abre para el mundo del diseño una nueva área de inspiración dónde crear todo tipo objetos que complementan la larga lista de utilidades que le damos a nuestro móvil o tablet.
Como venimos comentando en este espacio, los artistas digitales, en muchos casos, han encontrado una nueva plataforma para crear, comunicar e incluso comercializar sus obras, como vimos en el caso de las apps, y lo mismo sucede en otras áreas como la del diseño, por ejemplo.
El dispositivo, en sí mismo, es absolutamente multifuncional pero a todas las acciones diferentes que nos posibilita hay que sumarle todos los gadgets que el diseño ha creado específicamente para estos dispositivos (especialmente para los diseñados po Apple).
Si de alguna manera, entendemos los dispositivos móviles como extensiones de nuestros sentidos, como un dispositivo que amplía nuestras capacidades y nuestra inteligencia, todos estos gadgets que se están creando a su alrededor, aumentan a su vez las posibilidades de dichos dispositivos. Los ejemplos más conocidos por los usuarios de este tipo de gadgets son los que amplían sus funciones de cámara fotográfica y de vídeo, su función musical (posiblemente sea esta función la que más artilugios ha motivado, para iPad especialmente), ya sea para crear o reproducir música, y su función de consola de videojuego.
Muchos de los gadgets se han creado para apps concretas (osea, las apps amplian las funcionalidades del móvil y los gadchets también amplían las funcionalidades tanto del móvil como de las apps). Algunos son pasajeros y cuando cambia la versión del dispositivo ya no son adaptables pero otros son para todo tipo de móviles, tablets o sistemas operativos.
Para esta ocasión hemos elegido dos ejemplos de gadgets con algunos aspectos en común; ambos son tan sencillos como útiles e ingeniosos, los dos son analógicos, creados en Barcelona, con materiales muy conocidos por todos y de forma manual:
The Gramophone Speaker, un disco de vinilo antiguo y sin uso que ha sido rescatado, transformado y convertido en un amplificador de sonido para cualquier dispositivo móvil con altavoces incorporados. Portátil y sin cables, creado por Morfina Studio.
The Love Box, un vídeo mezclador de edición limitada, construido a partir de una base de madera y un sencillo sistema de espejos y creado por Honest & Smile.
nuevos aires para el ready-made
Reutilizar móviles viejos, no servibles para el uso cotidiano, y darles una segunda vida en forma de esculturas con aspecto de artilugio casero, es lo que ha hecho el artista digital canadiense Joe McKay a lo largo de los últimos años, creando así un curioso conjunto de piezas: Cell Phone Sculptures.
Joe McKay, artista digital, licenciado en arte y diseño y que también practica la docencia en el Purchase College (School of Film and Media Studies) cuyos trabajos abarcan la fotografía, la performances, el vídeo, las instalaciones, sitios web y esculturas como las que hoy presentamos. Le interesa la interacción entre la máquina y el hombre (human computer interaction) e investiga sobre ello a través de sus creaciones y propone o reta al público a buscar nuevas funciones, en ocasiones inesperadas, para estos aparatos de consumo masivo.
Cualquier escultura que reutilice un teléfono móvil, podríamos decir, que se trata de un ready-made, ya que está realizada con un objeto no considerado artístico, no se oculta su origen y en ocasiones es modificado. Las esculturas que, por ejemplo, realizó Duchamp con los urinarios, ruedas o botellas a principios del s. XX se planteaban como todo un desafío al mundo del arte, una provocación, una anestesia para el arte tradicional, en cambio, las esculturas de Joe McKay reutilizan objetos cotidianos para que encontremos otras funciones, otros usos, para que nos replanteemos cómo utilizamos estos aparatos. Pero en ambos casos, en ambos ready mades, la investigación, la experimentación y la búsqueda de nuevos caminos son el motor de estas creaciones, aunque se busquen diferentes objetivos.
Un móvil mordido por un perro, montones de cables uniendo un piano y varios terminales móviles, un móvil covertido en linterna o en telégrafo…etc. es lo que nos podemos encontrar en la serie de Cell Phone Sculptures. Todas las piezas que componen esta serie tienen un aire “casero”, un aspecto extraño y manual que despierta la curiosidad y que convierte a los móviles en verdaderos artilugios.
por un poco de privacidad
Un tema que en Blog Mobile Art nos interesa especialmente, desde el comienzo, es la falta de privacidad (y por qué no, la molestia que supone para los que nos rodean) que se deriva de la comunicación móvil y de los cambios que está generando en nuestro comportamiento, en la manera de comunicarnos y en el propio espacio público, a raíz de nuestra interacción con los medios.
Varias veces hemos tratado este tema, por ejemplo cuando comentamos la obra Il Telefonino (2001) de Antoni Muntadas o la performance que Nick Rodrigues llevó a cabo con su Portable Cellular Phone Booth (2001). Ambas obras fueron muy tempranas si a Mobile Art nos referimos, de hecho, los cambios conceptuales entre lo público y lo privado fue un tema que despertaba mucho interés durante los primeros años de uso de los teléfonos móviles.
Realmente parece algo complicado buscar fórmulas eficaces para poder preservar nuestra intimidad cuando hablamos por la calle. La inmediatez y la movilidad, esas características tan propias de este medio, hacen que nuestro comportamiento, cuando hablamos por teléfono, varíe significativamente respecto al pasado.
Posiblemente la educación sea el único camino para llegar a un comportamiento menos egoísta y quizás un buen ejercicio, para reflexionar sobre ello y educarnos, sería ver algunos de los proyectos que abordan este tema. Diseñadores, artistas, ingenieros y desarrolladores, durante los últimos años, han creado objetos que ponen de relieve como sacrificamos nuestra intimidad al comunicarnos con el móvil en los espacios públicos y que además podrían ayudarnos, por lo menos, a reflexionar sobre ello. En muchos casos, el concepto es la excusa que les permite experimentar con nuevas formas de expresión y en la mayoría de ellos el humor juega un papel importante, de la misma forma que sucedía con la obra de Rodrigues.
James Auger Y Jimmy Loizeau han realizado este artilugio, inspirado en la estética cyborg, llamado The isophone (2003) que nos permite hablar tranquilamente y que nos aísla totalmente del entorno para evitar cualquier distracción, eso si, debemos estar en el agua.
Robert Stadler en el año 2007 llevo a cabo diseñó esta “cabina colgante” llamada The Pentaphone Isolation cubierta de madera y reforzada con materiales aislantes al interior.
Unos estudiantes del Copenhagen Institute of Interaction Design han llevado a cabo el pasado año todo un experimento en el que convierten antiguos secadores de pelo en cabinas de teléfono móvil.
Simon Brewster es el creador del Office Collar diseñado para poder aislarnos acústica, visual y espacialmente mientras hablamos por el móvil
The Mobile Phone Scarf es la solución para poder escribir SMSs en lugares públicos, una creación que pertenece a una serie llamada Private Public y llevada a cabo en el Interaction Design del Royal College of Art de Londres. Esta serie principalmente pretende remarcar nuestro comportamiento al usar la tecnología y más específicamente cómo prescindimos de nuestra privacidad a cambio de la comunicación.
Creatividad, ingenio, humor, reflexión, comodidad, estética, experimentación…. se puede pedir más?