Archive for the ‘artilugio’ Category
John Yuyi. Una visión muy analógica de las redes sociales
Tengo predilección por las y los artistas libres, que crean obras sinceras y que me sorprenden, me ponen en un lugar inesperado. Esto me ha pasado con la artista taiwanesa John Yuyi, un flechazo. No un flechazo a primera vista, más bien a la cuarta obra que vi. Es original, irreverente y divertida, pero todo esto no resta ni una pizca de profundidad a sus pensamientos, a los conceptos en torno a los que giran sus trabajos.

Es una observadora del presente, de nuestro comportamiento en las redes sociales, de cómo utilizamos nuestro cuerpo en la creación de la identidad. Explora, investiga y reflexiona sobre la intersección entre lo físico y lo virtual, entre el cuerpo y la pantalla.
Otro aspecto que quisiera remarcar de sus trabajos, es su austeridad, trabajos sencillos, con pocos recursos materiales, que se basan claramente en la idea, es un trabajo muy conceptual pero con un resultado estético muy atractivo.
Empezó estudiando moda y aplicando sus originales ideas a este mundo, pero esta ideas se acercaban más a la creación artística que a la moda, así que sus trabajos a veces se encuentran a medio camino entre un anuncio comercial y la práctica artística.

Os invito sinceramente a conocer y seguir su trabajo y su visión única y personal del mundo del «social media» y de cómo construimos nuestra identidad en estos espacios. Destaca también el aire performático de la mayoría de sus trabajos por la utilización del cuerpo, ya sea el suyo propio o el de otros.
Voyage, una experiencia interactiva y lumínica
Voyage, una instalación lumínica compuesta por una flota de 300 «barquitos de papel» luminosos que permiten al público interactuar con la obra y cambiar los patrones lumínicos a través del uso del móvil. Creada por Aether & Hemera, un tandem artístico compuesto por el arquitecto Claudio Benghi y la artista Gloria Ronchi, quien habitualmente trabaja con luz. La instalación formó parte de un programa de arte público impulsado por el grupo empresarial Canary Wharf para animar las oscuras noches de una zona de rascacielos de Londres durante el pasado invierno.
La luz, un elemento que ha jugado un papel muy relevante en la creación artística, en todos los periodos, pero de forma absoluta en algunos, o que se lo pregunten a los impresionistas. Pero digamos, que no será hasta los años 60 cuando se utilice como «materia prima», relacionado o vinculado en ocasiones al arte cinético, o al optical art, a corrientes artísticas abstractas centradas en la búsqueda de movimiento, o la sensación del mismo, de la mano de artistas como el argentino Julio Le Park. La relación entre el arte lumínico y el movimiento ha sido patente en gran parte de creaciones, donde las ilusiones ópticas nos generan sensación de movimiento, o incluyendo movimiento real en creaciones que utilizan la luz como materia creativa. Voyage incorpora la luz y el color como elementos esenciales de la composición, e incorpora el movimiento a través del cambio del patrón lumínico de los colores, que a su vez se modifican gracias al uso de los móviles de los usuarios.
Sus creadores, a través de la instalación, invitan a los transeúntes a viajar libremente a los lugares donde la imaginación y los recuerdos de la infancia les lleven, así como a imaginar y pensar creativamente acerca de los espacios que nos rodean, invitándonos a hacer una transición suave entre la realidad y la ensoñación.
Los barquitos han sido creados a partir de placas de polipropileno, un material totalmente reciclable y no tóxico, y han sido unidos entre sí por un resistente cable. Todos ellos incorporan LEDs direccionados de forma individual y que están programados para mostrar los efectos lumínicos, a través de microcontroladores personalizados que reciben los datos y permiten controlar los barcos de forma individual.
El uso del móvil modifica la instalación, la obra varía constantemente gracias a la acción humana, la interacción con el público se convierte en totalmente accesible al permitir cambiar los colores de las luces a los usuarios utilizando su propio móvil, una herramienta que sentimos como propia, cercana e imprescindible en nuestras rutinas diarias.
El resultado es estéticamente impactante, colorista, llamativo, y modifica el lugar y nuestra percepción del mismo de forma profunda, creando un espacio físico inmersivo y envolvente.
nuevos aires para el ready-made
Reutilizar móviles viejos, no servibles para el uso cotidiano, y darles una segunda vida en forma de esculturas con aspecto de artilugio casero, es lo que ha hecho el artista digital canadiense Joe McKay a lo largo de los últimos años, creando así un curioso conjunto de piezas: Cell Phone Sculptures.
Joe McKay, artista digital, licenciado en arte y diseño y que también practica la docencia en el Purchase College (School of Film and Media Studies) cuyos trabajos abarcan la fotografía, la performances, el vídeo, las instalaciones, sitios web y esculturas como las que hoy presentamos. Le interesa la interacción entre la máquina y el hombre (human computer interaction) e investiga sobre ello a través de sus creaciones y propone o reta al público a buscar nuevas funciones, en ocasiones inesperadas, para estos aparatos de consumo masivo.
Cualquier escultura que reutilice un teléfono móvil, podríamos decir, que se trata de un ready-made, ya que está realizada con un objeto no considerado artístico, no se oculta su origen y en ocasiones es modificado. Las esculturas que, por ejemplo, realizó Duchamp con los urinarios, ruedas o botellas a principios del s. XX se planteaban como todo un desafío al mundo del arte, una provocación, una anestesia para el arte tradicional, en cambio, las esculturas de Joe McKay reutilizan objetos cotidianos para que encontremos otras funciones, otros usos, para que nos replanteemos cómo utilizamos estos aparatos. Pero en ambos casos, en ambos ready mades, la investigación, la experimentación y la búsqueda de nuevos caminos son el motor de estas creaciones, aunque se busquen diferentes objetivos.
Un móvil mordido por un perro, montones de cables uniendo un piano y varios terminales móviles, un móvil covertido en linterna o en telégrafo…etc. es lo que nos podemos encontrar en la serie de Cell Phone Sculptures. Todas las piezas que componen esta serie tienen un aire «casero», un aspecto extraño y manual que despierta la curiosidad y que convierte a los móviles en verdaderos artilugios.
por un poco de privacidad
Un tema que en Blog Mobile Art nos interesa especialmente, desde el comienzo, es la falta de privacidad (y por qué no, la molestia que supone para los que nos rodean) que se deriva de la comunicación móvil y de los cambios que está generando en nuestro comportamiento, en la manera de comunicarnos y en el propio espacio público, a raíz de nuestra interacción con los medios.
Varias veces hemos tratado este tema, por ejemplo cuando comentamos la obra Il Telefonino (2001) de Antoni Muntadas o la performance que Nick Rodrigues llevó a cabo con su Portable Cellular Phone Booth (2001). Ambas obras fueron muy tempranas si a Mobile Art nos referimos, de hecho, los cambios conceptuales entre lo público y lo privado fue un tema que despertaba mucho interés durante los primeros años de uso de los teléfonos móviles.
Realmente parece algo complicado buscar fórmulas eficaces para poder preservar nuestra intimidad cuando hablamos por la calle. La inmediatez y la movilidad, esas características tan propias de este medio, hacen que nuestro comportamiento, cuando hablamos por teléfono, varíe significativamente respecto al pasado.
Posiblemente la educación sea el único camino para llegar a un comportamiento menos egoísta y quizás un buen ejercicio, para reflexionar sobre ello y educarnos, sería ver algunos de los proyectos que abordan este tema. Diseñadores, artistas, ingenieros y desarrolladores, durante los últimos años, han creado objetos que ponen de relieve como sacrificamos nuestra intimidad al comunicarnos con el móvil en los espacios públicos y que además podrían ayudarnos, por lo menos, a reflexionar sobre ello. En muchos casos, el concepto es la excusa que les permite experimentar con nuevas formas de expresión y en la mayoría de ellos el humor juega un papel importante, de la misma forma que sucedía con la obra de Rodrigues.
James Auger Y Jimmy Loizeau han realizado este artilugio, inspirado en la estética cyborg, llamado The isophone (2003) que nos permite hablar tranquilamente y que nos aísla totalmente del entorno para evitar cualquier distracción, eso si, debemos estar en el agua.
Robert Stadler en el año 2007 llevo a cabo diseñó esta «cabina colgante» llamada The Pentaphone Isolation cubierta de madera y reforzada con materiales aislantes al interior.
Unos estudiantes del Copenhagen Institute of Interaction Design han llevado a cabo el pasado año todo un experimento en el que convierten antiguos secadores de pelo en cabinas de teléfono móvil.
Simon Brewster es el creador del Office Collar diseñado para poder aislarnos acústica, visual y espacialmente mientras hablamos por el móvil
The Mobile Phone Scarf es la solución para poder escribir SMSs en lugares públicos, una creación que pertenece a una serie llamada Private Public y llevada a cabo en el Interaction Design del Royal College of Art de Londres. Esta serie principalmente pretende remarcar nuestro comportamiento al usar la tecnología y más específicamente cómo prescindimos de nuestra privacidad a cambio de la comunicación.
Creatividad, ingenio, humor, reflexión, comodidad, estética, experimentación…. se puede pedir más?
Mobile Asia
El otro día estuve en Casa Asia muy bien acompañada por +JoanJiménez pionero del social & personal branding y editor de Spoonch y por Javier Castañeda quien organiza el ciclo de encuentros Asia Geek.
Estuvimos hablando de cultura móvil y del gran protagonismo que la tecnología de comunicación móvil ha adquirido en todo el mundo y de forma más temprana en gran parte de Asia. Mostramos proyectos artísticos, creaciones audiovisuales, festivales, centros de creación…etc. vinculados a esta tecnología, para acercarnos y tener una visión más amplia del significado de Cultura Móvil en el continente asiático.
Aunque la tecnología móvil se ha extendido por todo el planeta de forma globalizada, lo cierto es que existen algunas diferencias en cómo viven en Asia el conjunto de prácticas, intercambios, costumbres, relaciones, significados y rituales asociados a las comunicaciones móviles y que conforman lo que actualmente conocemos como Cultura Móvil (Mobile Cultur). El tremendo respeto que existe en Japón al usar el móvil en lugares públicos, el temprano desarrollo y uso de aplicaciones como por ejemplo los códigos QR, el uso masivo de Internet Móvil desde hace una década, algunas diferencias en el consumo de Contenidos Móviles (Mobile Content)…etc. son algunas de las diferencias que nos encontramos durante el recorrido que hicimos por la creación móvil en Asia.
Comenzamos el recorrido por el Art Center Nabi de Seúl dónde en el año 2003 se llevó a cabo el evento Mobile Art Competition y tres años después se continuó con Mobile Asia Competition, dos plataformas que promovieron la realización de proyectos tanto audiovisuales como performáticos o de instalación, donde lo que buscaban era que los trabajos tratasen a cerca de características propias de la tecnología móvil como la movilidad, la portabilidad o la individualidad.
Continuamos con una obra de la que ya hemos hablado, Shoot me if you can, que formó parte de este evento y que también estuvo en Dislocate, un festival que comenzó en el año 2006 y que se ha seguido haciendo en los años consecutivos y que examina la relación entre el arte, la tecnología y nuestro concepto y construcción del lugar. Su objetivo es promover el debate internacional y el debate interdisciplinario sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad y sobre su potencial creativo. No es un festival exclusivo de arte móvil pero abarca muchas obras que reflexionan sobre la movilidad y otros temas relativos a la tecnología de comunicación móvil.
Otro ejemplo que comentamos fue el proyecto Moblab, que se desarrolló durante Dislocate y para el que se utilizó una interfaz muy peculiar, un autobús, que acogía a un grupo de jóvenes artistas de Japón y Alemania que desarrollan ideas creativas con tecnología móvil mientras viajan por diferentes ciudades de Japón en un autobús que está equipado con gran variedad de dispositivos digitales móviles y funciona como una base de creación e información. En cada una de las ciudades se realizan colaboraciones con centros de arte y con artistas locales… La ruta era flexible y los acontecimientos se hacían de forma espontánea y era en la Web donde se volcaba toda la información. El autobús es a la vez un espacio íntimo y privado en el que los artistas conviven, y un espacio público para la transmisión de la información mundial.
La responsable de este proyecto fue Sikata Yukiko, comisaria independiente y crítica de new media art, quién también se encargó de comisariar La obra interactiva que Rafael Lozano-Hemmer creo para la inauguración en el año 2003 del Yamaguchi Center for Arts and Media (YCAM), Amodal Suspension.
Otra de las paradas que hicimos fue la performance que Noriko Yamaguchi creó en el 2003 y con la que ha viajado por todo el mundo, Keitai Girl (en Japón se llama Keitai al teléfono y que se puede traducir como algo que llevas contigo, muy bien elegido a mi criterio…). La artista se inspira en el fenómeno que ha supuesto la tecnología móvil en su pais y lleva a cabo una performance en la que aparece con la cara blanca pintada con el maquillaje tradicional y el cuerpo cubierto con un traje hecho de teclados de móvil. La reflexión que le llevó a crear Keitai Girl partióde los cambios que se producen en nuestra forma actual de comunicarnos y hace referencia a la perdida de contacto humano y caricaturiza el cuerpo humano cargado de tecnología, que cada vez es más próximo a un cyborg.
En este recorrido que hicimos por la creación y la tecnología móvil asiática pasamos también por la experimentación musical, de la que podríamos haber hablado mucho pero preferimos detenernos en la figura de Atau Tanaka y en su proyecto 4 Hands iPhone (que realiza junto a Adam Parkinson). Atau Tanaka centra su trabajo en la creación de vínculos entre el arte multimedia, la música experimental y la investigación. Tanaka defiende la creación de nuevas formas musicales para nuevas infraestructuras y explica su inclinación por el uso de esta tecnología en sus experimentación por la diferencia que aporta; el móvil no sólo reproduce la música sino que en un mismo dispositivo encontramos el sensor de entrada, el procesador de señales, la sintetizador de sonido y la salida del audio.
Nos detuvimos algo más para hablar de creación audivisual y nos centramos en los contenidos móviles o mobile content, y hablamos de las keitai novels, de la creación cinematográfica por y para móvil, de los muchos festivales que existen y de la última creación de Park Chan Wook rodada únicamente con iPhone.
Después de estos y otros ejemplos que nos sirvieron para pensar, reflexionar y acercarnos a la Cultura Móvil, tanto en Asia como, por que no, en el resto del mundo, (y antes de pasar al debate con los asistentes) se proyectó el exquisito trabajo audiovisual de +JoanJiménez sobre Tokyo. Ahí os lo dejo para que lo disfrutéis también.
Mobile Thrill: experiencias para tu móvil
Ya hemos hablado con anterioridad de la co-presencia, el estar en el mundo virtual y el real simultaneamente, algo que se produce de manera muchísimo más habitual desde que los teléfonos móviles se han convertido en plataformas multifuncionales que nos permiten el acceso a Internet y a las redes sociales independientemente de dónde nos encontremos. Y es que es muy común que hoy en día en el mismo momento que experimentamos algo excitante en nuestras vidas nos pongamos a grabarlo o fotografiarlo con nuestro terminal. ¿No es esta una forma menos intensa de vivir las experiencias? ¿Preferimos hipotecar parte de la experiencia para poder vivirla después a través de la pantalla? ¿o lo que más nos importa es registrarlo para compartirlo?
Según Sander Veenhoff establecemos con nuestro móvil una relación muy íntima y lo utilizamos como vehículo de muchas de nuestras vivencias pero por qué no dar un paso más y que sea el propio teléfono el que experimente «directamente» las experiencias?(y antes que nosotros mismos que nos convertimos en una audiencia indirecta).
Mobile Thrill es una instalación interactiva del artista digital Sander Veenhof (del que ya habíamos hablado anteriormente en Blog Mobile Art) compuesta por una estructura en la que depositamos nuestro móvil (imagino que a más de uno no le hará mucha ilusión perderlo de vista por unos segundos) y al sacarlo encontramos la grabación de una experiencia excitante.
activate video recording — position phone — press button — phone dissapears — wating — phone returns – VIEWING TIME!
Se trata de un proyecto provocador por su concepto pero además de una forma divertida refleja cuestiones de nuestra vida cotidiana en relación a los nuevos medios. De hecho uno de los intereses principales en sus trabajos es establecer una conexión entre los medios y el espacio físico en el que nos encontramos.
The Urban Speaker: házte escuchar
Carlos J. Gómez de Llarena con esta instalación explora cómo actualmente tanto las experiencias físicas como las digitales dan forma al espacio público y lo transforman, cambiando así la percepción que tenemos de él. Aunque como explica el artista en una entrevista, lo que más le interesaba es verlas reacciones de la gente, como se divertía e interactuaba con la obra The Urban Speaker.
Si gritamos en medio de la calle corremos el riesgo de parecer unos locos pero a veces uno quiere que se le oiga, que se le escuche lo que tiene que decir, proclamar sus ideas… para eso inventaron los ingleses el speakers corner. Las marcas, las empresas, los publicistas… invaden el espacio público de una manera que en ocasiones es más violenta que un gran grito, así que muchos artistas se han planteado esta cuestión de apropiarnos del espacio público para expresar las ideas propias, a la hora de llevar a cabo un proyecto. Se me viene a la cabeza el Escaparate Colectivizado (Barcelona-2005) de Pep Dardanyà o la obra que Guillermo Trujillano instaló en el 2003 en un centro comercial de Barcelona.
La movilidad que nos proporcionan algunas de las últimas tecnologías, como los móviles, han permitido al artista crear un «speakers corner» en el que no es necesaria nuestra presencia física, ya que para interactuar con la obra debemos de llamar al número de teléfono que aparece en la señal y nuestra voz, nuestros mensajes podrán ser escuchados por todos los que están ocupando ese el espacio público en el que está situada la instalación al ser amplificados por un altavoz al que está conectado un teléfono móvil.
Físicamente la obra está compuesta por un teléfono, un altavoz, una batería, una señal similar a las de tráfico y un código QR que nos da acceso a la página Web del proyecto y además nos permite la marcación rápida del número en cuestión. Y precisamente gracias a su similitud con las señales de obras o de tráfico se integra totalmente en el paisaje urbano.
La obra, aunque fue ideada por el artista hace unos años, se llevó a cabo el año pasado y estuvo expuesta en Nueva York, ciudad donde reside actualmente este artista de origen venezolano, en el marco del festival Conflux.
móviles entre líneas
Uno de los aspectos que más me atraen del uso que hacen los artistas del teléfono a la hora de crear es precisamente lo diferente que puede llegar a ser. Por todas sus características se presta a la experimentación como ningún media anterior pero, por encima de todo, es posible que esté en nuestra cabeza por la profunda introducción que ha tenido en nuestra vida social, laboral y personal y por su papel en las nuevas relaciones sociales que se están estableciendo en torno a las nuevas tecnologías.
Así que me atraen de forma especial las obras en las que aparece sin darse protagonismo, aparece porque sí, porque está en nuestra vida, para lo bueno y para lo malo, porque está muy cerca de nosotros.
Hace un par de semanas, estuve participando en Nuevas Culturas Urbanas, unas Jornadas que se celebraron en Seúl y que fueron organizadas desde Casa Asia. Yo iba para representar al Movil Film Fest y a hablar de creación y tecnología de comunicación móvil en un marco que acogía a otros muchos temas de la cultura urbana tanto de España como de Corea, y en torno a estas Jornadas, se realizó una exposición en el mismo lugar que acogía este evento, el centro cultural KT & T Sangsang Madang, comisariada por Blanca Soto y titulada Ni un solo día sin una línea. Dibujo español contemporáneo. La tecnología no se encuentra únicamente en las obras de media art o de arte electrónico o digital, se encuentra en muchas de las obras que se crean actualmente, porque el arte refleja la sociedad, lo que sucede, lo que nos rodea, en lo que nos convertimos, lo que nos atemoriza, lo que deseamos…. Así que allí estaba yo, disfrutando de los trazos sobre el papel, de líneas a veces muy simples y otras tan complejas, inquietantes, divertidas, oníricas, realistas… Había de todo para mostrar el amplio registro del dibujo actual español de los jóvenes creadores pero en varias de las obras estaba presente la tecnología y en especial los teléfonos móviles.
Allí estaban los dibujos que a partir de líneas geográficas imaginarias crean Lola Marazuela y Paco Mesa usando la geolocalización que los teléfonos móviles nos proporcionan, los dibujos de aparatos tecnológicos de Enrique Radigales, los de Domingo Sánchez Blanco y las líneas figurativas de los PSJM en los que la crítica a la sociedad de consumo nos queda muy clara.
Y así, tranquilamente y sin esperarlo iba yo disfrutando y aprendiendo un poquito más de lo que a los artistas les suscita este curioso aparato de comunicación móvil o simplemente allí estaba yo, en Seúl, viendo lo que nos sucede en la vida a través de los trazos de un grupo de jóvenes artistas que dibujan.
SMSlingshot, digitalizando el espacio público
SMSlingshot es un proyecto de Patrick Tobias Fisher y Christian Zölner que pertenecen a VR/URBAN, un grupo que él mismo se define como colectivo intervencionista de digitalización del espacio público. Su objetivo, reclamar las pantallas urbanas, y para ello, han creado este interesante artilugio con forma de tirachinas con el que interactuamos a través un teclado de móvil y una pantalla.
Como vemos en la foto, con esta nueva versión del tirachinas lo que disparamos son SMSs en forma de mancha y que apreciamos a modo de graffiti muy colorido y bastante efímero. El funcionamiento es sencillo: se escribe el mensaje y con la ayuda de un puntero láser que lleva incorporado se apunta, después se dispara y entonces nuestro texto queda plasmado en la fachada elegida (estos mensajes también pueden ser twitteados en tiempo real). Lo que no parece tan sencillo es el proceso de creación, pero en la Web del colectivo podemos ver con todo detalle lo que estos artistas han conseguido utilizando un móvil, un proyector, una frecuencia de radio,un láser y una placa de Arduino.
Muchas de las fachadas de las ciudades son cubiertas con publicidad y el creciente interés comercial por invadirlas con anuncios digitales es lo que ha despertado las ganas de este colectivo de tomar medidas y utilizar las posibilidades que la tecnología nos da para llevar a cabo este original artilugio que nos permite crear, también a nosotros, grandes y personales «anuncios» digitales.

SMSlingshot
Se trata de una propuesta interactiva con un componente lúdico muy importante, ya que utiliza un juego como herramienta de interacción, y con una estética muy colorista que acompaña esta idea. Pero como ocurre con muchas de estas creaciones, detrás de una acción divertida existe toda una reflexión acerca del uso de la tecnología y nos proporcionan posibles alternativas a través de su uso.